El juego es la principal actividad y la parte más importante del día de cada niño. Dependiendo de la edad del pequeño, es conveniente introducir ciertos elementos en el juego con tu hijo que apoyarán su desarrollo, les enseñarán ciertas relaciones y abrirán sus pequeñas mentes al mundo que les rodea. A través del juego, un niño desarrolla sus sentidos, aprende a hablar no solo en su idioma nativo, sino que también asimila fácilmente idiomas extranjeros y se forman sus habilidades matemáticas. El papel del padre es apoyar a su hijo y participar en su vida cotidiana. Esto tendrá un enorme impacto en la relación y la construcción de un vínculo entre el pequeño y mamá y papá.
Jugando con un Niño de un Año
Un niño de un año comienza a dar sus primeros pasos, pronunciar sus primeras palabras y se vuelve cada vez más curioso sobre el mundo que le rodea. Es muy importante permitirle al niño esto y crear un espacio para su desarrollo adecuado y el descubrimiento de nuevas cosas. Pero, ¿por dónde empezar a jugar con un niño de un año y cómo planificarlo para no abrumar ni al niño ni a ti mismo? Vale la pena recordar que tal pequeño realmente no necesita mucho. Una docena de juguetes variados, coloridos, brillantes y ruidosos no son realmente lo que más les gusta a los pequeños. Por supuesto, esos juguetes captan su atención y atraen su mirada, pero al final no difieren mucho entre sí, por lo que no tiene sentido tener más de 2-3 piezas. Más importante en esta etapa de desarrollo es centrarse en permitir que el niño explore diferentes texturas. Un niño a esta edad aprende sobre el mundo principalmente a través del tacto: le gusta ensuciarse, toma todo con sus manos, acaricia, aplasta y se lleva cosas a la boca. Recuerda también que un niño de un año aún no es capaz de concentrar su atención en un solo juego o artículo por mucho tiempo y se aburre bastante rápido. Una buena idea, por lo tanto, sería rotar los juguetes de vez en cuando: ocultar algunos de ellos y sacarlos solo después de algún tiempo cuando el pequeño ya los haya olvidado. De esta manera, proporcionas al niño «nuevos» juguetes sin necesidad de comprarlos.
¿Qué Juegos y Actividades Elegir para un Niño de un Año? Caja Sensorial
En esta etapa, los juguetes que apoyan el desarrollo sensorial son perfectos. Un gran ejemplo aquí sería una caja sensorial. Podemos hacerla nosotros mismos poniendo en una caja varios objetos y juguetes que desarrollen la integración sensorial. Estos podrían ser, por ejemplo, esponjas suaves, cepillos ásperos, pelotas con protuberancias, juguetes de goma para apretar, pero también cosas que cada uno de nosotros tiene en casa: rodillos, paños o cucharas.
Sorteadores
Otro ejemplo serían los juguetes que desarrollan la motricidad fina. Aprender formas, colores, practicar la destreza manual y la coordinación mano-ojo serán apoyados por todo tipo de sorteadores, juguetes de golpear, bloques o cajas de las que se pueden construir pirámides.
Libros
Los libros son indiscutiblemente uno de los mejores juguetes que apoyan el desarrollo del niño y construyen un vínculo con el padre. Cuanto antes comiences a leerle a un niño, antes dará sus frutos. A través de los libros y la lectura, un niño aprende a hablar, descubre nuevas palabras y objetos. Inicialmente, los libros con imágenes funcionarán mejor, y con el tiempo podemos elegir aquellos con más texto. Los libros también serán un excelente pretexto para hablar con el niño, y la conversación es una de las formas más valiosas de pasar tiempo con nuestro pequeño.
Actividades de Desarrollo con un Niño de un Año «Cu-cú» – Juego de Escondidas
Uno de los juegos más simples que podemos introducir en esta etapa, garantizando mucha alegría y risas, es el juego de «cu-cú». Podemos escondernos del niño, pidiéndole que nos encuentre, podemos esconder al niño y fingir que lo buscamos, o también podemos esconder juguetes y buscarlos juntos con el niño. Este juego funciona genial como parte de la rutina matutina, mientras aún estamos en la cama podemos escondernos, por ejemplo, bajo el edredón o una manta.
Circuito de Obstáculos
Otra idea sería construir un circuito de obstáculos. Esta es una actividad que apoya la motricidad gruesa y desarrolla la coordinación y orientación del niño. Para construir un circuito de obstáculos, bastan unos cojines, peluches, también podemos usar diferentes tipos de plásticos, cartones o tablas. Dependiendo de lo que tengamos a mano, basta con organizar los objetos uno tras otro para que el niño pueda caminar sobre ellos.
Baile
Una actividad simple pero extremadamente enriquecedora que deleita a cada niño es el baile. Solo hay que poner música y bailar al ritmo. También hay varias canciones y melodías que enseñan partes del cuerpo, colores o nombres de animales a través de la demostración e imitación.
Dibujos
Los niños de un año ya comienzan a interesarse por los crayones y el papel. Al principio, los dibujos solo representarán líneas individuales o puntos, pero con el tiempo se volverán más avanzados. Si no nos importa dejar que el niño se ensucie un poco, vale la pena darle pinturas seguras para niños y un pedazo de tela o lienzo: diversión buena y colorida garantizada.
Rimas – Masajes
La última idea para jugar con un niño de un año son todo tipo de rimas – masajes o juegos de dedos. No necesitas nada más que nuestras manos para estos juegos. Tienen un efecto beneficioso en el desarrollo de nuestro hijo, entrenan la motricidad fina y la destreza manual, y además, nos acercan increíblemente. Gracias a las rimas melódicas, también influyen en el desarrollo del habla. «Va el cangrejo, sin apuro», «La gallinita cocina el porridge» o «Van los elefantes sobre el concreto» son solo algunas de las muchas rimas – masajes que brindan mucha alegría a los niños. Podemos masajear a nuestros pequeños y luego permitirles que nos masajeen.